Proyecto Canguro
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Niños y niñatos
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Niños y niñatos

Sobre quién debe educar a quién y los iconos mundiales.

¡Buenos días, buenas tardes, o buenas noches!

¿Cómo estás, Canguro?

🤟🏻 Aquí Sergio F. Núñez: andáte de acá.

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Espero y deseo que el MVP no juegue nunca en un equipo de fútbol. Sin rodeos. No lo edulcoro. Es algo que pienso desde antes de que naciera.

No me gusta el ambiente que rodea al deporte que más me gusta.

He jugado en equipo desde los ochos años y hasta los veintidós o veintitrés. He entrenado a un equipo de niños y niñas de entre ocho y diez años no hace demasiado tiempo.

En todas esas experiencias, en todas, desde la primera hasta la última, he tenido que ver en algún momento u otro, situaciones de tensión, violencia, verbal y física, y antideportividad.

En ninguno de los casi diez equipos en los que he jugado me he librado de vivir alguna situación complicada.

He protagonizado alguna. No lo edulcoro. En una o dos ocasiones me dejé contagiar por el ambiente y la tensión.

No quiero eso para el MVP. Quiero que disfrute del deporte, si le apetece, y si puedo elegir mejor que sea en equipo. Pero espero que no se decida por el fútbol.

He visto más nobleza jugando al rugby o viendo kárate, gimnasia deportiva o baloncesto que en un campo de fútbol. Me da igual sala, que siete que once.

Espero que el MVP no quiera jugar al fútbol.

Que lo haga en el patio, en el parque o en la playa, pero no en una competición mínimamente reglada.

Se dan demasiadas malas palabras, demasiadas discusiones, demasiada violencia.

Si su decisión es la de apuntarse al equipo del colegio o ir a entrenar con la gente del barrio, obviamente lo aceptaré y le animaré, pero no seré yo quien le incentive a hacerlo.

Ojalá podamos, simplemente, disfrutar del deporte que más veo y más gusta desde la televisión, o incluso cuando sea más mayor, desde una grada. Pero espero que el MVP no quiera jugar al fútbol.

Será por deportes.

Ese deseo como padre está enormemente alejado de la consideración populista de que deben ser los futbolistas, iconos para millones de niñas y niños, los que deban, con un comportamiento ejemplar, “educar” a mi hijo.

Messi, el “Dibu” Martínez, Cristiano y compañía están para jugar al fútbol y ser los mejores. Nada más. Y nada menos.

Son en su mayoría chavales de entre veinte y treinta años con la única obligación de ejercer su profesión de la mejor manera posible. Es mi trabajo, y el tuyo si eres padre o madre, el de educar en casa y hacerle ver al MVP que el ¿qué mirás, bobo?de Leo después de los cuartos ante Países Bajos es una actitud reprobable que nada tiene que ver con su labor en el verde.

Dejemos de cargar sobre la espalda de esos muchachos lo que quizás algunos no saben hacer en casa. No busquemos excusas para ejercer una labor que nos corresponde a las madres y a los padres del mundo. Ellos no están para eso, ellos están para campeonar. Nada más. Y nada menos.

Eso ya es mucho.


¡Gracias por leer y compartir!

Cómpartelo y difunde la palabra. Nos vemos pronto, pero si quieres que hablemos antes podemos hacerlo en @SergioFNunez o en sergiofnunezs@gmail.com.

Éxito.

Sergio F. Núñez

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Una columna hecha podcast sobre historias de la vida y del deporte contadas a través de los ojos del MVP. Por Sergio F. Núñez.
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