¡Buenos días, buenas tardes, o buenas noches!
¿Cómo estás, Canguro?
🤟🏻 Aquí Sergio F. Núñez: no lo digas, hazlo.
Racismo. Machismo. Homofobia.
Es terrorífica la cantidad de odio que nos rodea.
Estamos polarizados, cada vez más; estamos divididos por lo que creemos o por lo contrario. Pensar en conciliar se vuelve un auténtico imposible.
La crispación, cuando yo era pequeño, estaba resumida en los momentos al volante. Ahí era cuando el ser humano sacaba sus instintos más primarios para convertirse en algo que daba bastante grima. Visto desde fuera. Desde dentro todo tenía sentido cuando metías primera.
Están llenos de odio los estadios de fútbol, las canchas de baloncesto y las alfombras azules. Todo se critica, que bien entendido tiene valor; el problema es la crítica voraz que busca hacer daño y que se entiende como absoluta. Estás equivocado y vengo aquí a alumbrarte, yo, faro de conocimiento.
La hiperconexión tiene mucha culpa.
La libertad de expresión no era esto.
Una de mis máximas en la vida, además de intentar tomármela todo lo posible a broma, es que cada uno haga lo que salga del ombligo. El MVP se lo ha descubierto hace poco. Le hace mucha gracia meterse el dedito como si pulsara un botón. Estar sin camiseta delante de él supone que sí o sí debe hacer lo propio con el tuyo. Para él todo es novedad. La vida.
Hace con eso y con cada cosa que descubre, lo que considera oportuno. Actúa con convicción y por experimentación o en busca de la carcajada y la felicidad. Propia y ajena.
Quiero que siempre haga lo que considere oportuno en cada momento, por repetitivo que suene; estoy seguro, audiencia inteligente, de que sabéis a lo que me refiero. No quiero que esté pendiente de si gustará o no eso o aquello que haga, quiero, simplemente, que sea feliz. Y que nadie lo cuestione.
En cuanto pueda comprenderlo le diré que la libertad de expresión no tiene nada que ver con decir lo que te dé la gana en el momento que quieras. Que esto no va de volcar tu frustración en 240 caracteres opinando sobre el peso, la sexualidad o el color de piel de quien sea.
Es importante que también entienda eso.
Que el racismo, el machismo o la homofobia no son coartada de ninguna reivindicación.
Y que no todas las opiniones son respetables. Cada vez menos.
Sería mucho más grosero para elevar el tono de mis palabras y hacer más comprensible mi grado de indignación con lo que nos rodea de un tiempo a esta parte y el tipo de sociedad en el que nos estamos convirtiendo, pero dejo ese veneno para cuando tenga que volver a conducir.
PD: Desde esta semana, nos leescuhamos los miércoles.
Gracias por llegar hasta aquí ¡La mejor manera de ayudarme es difundiendo la palabra!
Nos vemos pronto, pero si quieres que hablemos antes podemos hacerlo en @SergioFNunez o en sergiofnunezs@gmail.com ¡ÉXITO!
Sergio F. Núñez
Con la cara lavada