¡Buenos días, buenas tardes, o buenas noches!
¿Cómo estás, Canguro?
🤟🏻 Aquí Sergio F. Núñez: presunto con piña.
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No suelo caer bien cuando me presentan a alguien. Solo he conectado a primera vista con tres personas en mis 33 años. La primera en una discoteca, la segunda en un bar y la tercera en un hospital.
Creo que es una innata dificultad para abrirme a las primeras de cambio lo que hace que muestre mi cara más seria.
Suelo empezar a caer bien a la hora, si me aguantan, o a la segunda vez que me ven, si llega.
Tengo que trabajar en ello. Lo intento a menudo. Últimamente no tengo muchas posibilidades de probar mis avances. Llegará el día.
Resulto a veces tan seco que al despedirnos, C tiene que hacer alguna aclaración al pie del tipo “él es más simpático”, seguido del clásico “je-je-je”.
Tira el salvavidas cuando ve que me estoy ahogando.
Tengo la sensación de que el MVP no heredará esa ingrata cualidad. El tío se lleva por delante a todo el que pasa. Da igual que tenga un mal día, que los tiene como todos. La sonrisa te la saca con media mueca. Y sigue con su marcha.
Arregla el día con diez segundos de mirarte a los ojos. Cualidad innata.
Ni la mía, ni la suya, deben confundirse ni acabar opositando a eso de mirar por encima del hombro. Nada que ver. Está muy lejos.
Es la tercera vía.
Esa que te hace confundirte y creerte que vives la vida desde un pedestal al que el resto de mortales seremos incapaces de llegar.
Esa que te permite, desde tu prisma, hacer y deshacer a tu antojo sin pensar en los demás ni en las consecuencias de tus actos. Llegas incluso a creer que no las tendrán.
Esa que se da, como denominador común, en una serie de estratos sociales muy concretos. Sin prejuicios. Solo actualidad.
Existen ejemplos en la Sutton y en los Feroz. Cómo de alto estaría su hombro para creer que hicieran lo que hicieran no pasaría nada.
Lo que no creo es que fuera la primera vez. Ahí si prejuzgo.
Todo en presunto, claro, como el jamón.
Estas últimas semanas me han hecho reflexionar sobre ese tema y la importancia de que el MVP nunca se crea por encima del bien y del mal, que dice mi madre. ¿Será mejor que otros? Seguro. Pero sabrá que eso no le dará derecho a mirar a nadie por encima del hombro. Que la impunidad no la dan ni el talento ni el dinero.
Llevarse a equívocos con este asunto sólo puede llevarte a otro sitio mucho más oscuro y frío.
Gracias por llegar hasta aquí ¡La mejor manera de ayudarme es difundiendo la palabra!
Nos vemos pronto, pero si quieres que hablemos antes podemos hacerlo en @SergioFNunez o en sergiofnunezs@gmail.com ¡ÉXITO!
Sergio F. Núñez
Por encima del hombro