¡Buenos días, buenas tardes, o buenas noches!
¿Cómo estás, Canguro?
🤟 Aquí Sergio F. Núñez: no es oro todo lo que reluce.
Acción - reacción. Antes de mutar en seres imperfectos y absurdos, actuamos de manera sencilla y sin recovecos. No veo al MVP buscándole tres pies al gato ni intentando escondérmelos a mi.
Si le gusta la cena, se la come, y si no, protesta y pasa de ella. Me trae el cuento de turno hasta el lugar en el que esté para que se lo lea. Sabe lo que quiere, lo demuestra y lo pelea. No pierde el tiempo luchando para conseguir victorias en terrenos en los que nunca se ha movido.
Es de admirar. Acción - reacción.
Es de admirar en una momento en el que nos vestimos con trajes que no son nuestros, que no nos quedan bien y de los que desconocemos dónde y cómo se han diseñado. Trajes que si supiéramos cómo se confeccionan no nos los pondríamos jamás.
Nos gusta abanderar causas. Mejor dicho, nos encanta contar que abanderamos causas.
El tiempo del qué dirán.
Lo más importante es contar lo que haces en lugar de hacer.
Salimos a entrenar para sudar y contar que hemos entrenado.
El componente de exposición le da más valor al esfuerzo y si nos reporta algún fueguito, mejor que mejor.
Igual que el MVP no armaría el taco por algo que no ha visto nunca, a mi jamás se me ocurriría pelear por la visibilización de el desfavorecido pueblo Hamer de Etiopía. No sé cómo vive esa gente.
Acabemos con la profesión de abogados de las causas perdidas. Reivindiquemos y rompamos muros a diario, cuando se vacíe el teatro. No solo los 17 de octubre.
🛰️ Más allá del satélite
¿Sabes qué se te ha podido escapar esta semana? Te lo cuento: un aniversario nada gay, un récord sonrojante y la pérdida de un revolucionario.
🏳️🌈 El Orgullo de la Urraca
Este mes de octubre se cumple un año desde que el Newcastle United cambiara de dueños. Doce meses de crecimiento para el nuevo proyecto de las urracas en el que el dinero, el gasto y la inversión han sido protagonistas. Alexander Isak, desde la Real Sociedad y por 70 millones de euros, le pusieron la guinda a la construcción de este 2022-23 del Newcastle.
Una compra que, más allá de lo deportivo, generó dudas y dio mucho que hablar como consecuencia de los nombres, y la procedencia, de los nuevos dueños.
¿Quién gobierna el Newcastle?
El Fondo de Inversión Pública, fondo soberano de Arabia Saudí, tiene el control del 80% del club. Lo preside Mohammed bin Salman, príncipe heredero saudí, y la junta la componen seis ministros del gobierno saudí y un asesor de la Corte Real.
Amanda Staveley representa a PCP Capital Partners, la firma copropietaria, y posee el 10% del club.
¿Qué dijo el mundo cuando se produjo la compra?
Amnistía Internacional: “plantea una serie de preguntas profundamente preocupantes sobre el lavado deportivo, los derechos humanos y la integridad del fútbol inglés”.
Human Rights Watch: “Arabia Saudí gasta miles de millones de dólares organizando importantes eventos de entretenimiento, culturales y deportivos como una estrategia deliberada para desviarse de la imagen del país”.
Cuando se confirmó la compra, United with Pride, el grupo LGBTQ+ que sigue al Newcastle, se posicionó al respecto reconociendo “que Arabia Saudí como país es uno de los menos tolerantes con los derechos LGBTQ+ y de género en cualquier parte del mundo”.
Recibieron críticas por parte de un buen puñado de grupos de fans LGTBQ+ de toda Inglaterra, y como consecuencia salieron del Pride in Football, la red de grupos del colectivo en el fútbol.
¿Ha habido progreso alguno después de doce meses de conexión Newcastle-Arabia? Por no haber no ha habido ni una reunión formal entre el grupo LGTBQ+ y la propiedad. Toca seguir esperando.
🏀 El peor laker desde 1965
Que el año de los Lakers va a ser una ruina lo sabemos desde que se confirmó el NO TRASPASO de Russell Westbrook este verano. Hay opciones de engañar a alguna franquicia todavía, pero no demasiadas… y menos si se siguen concatenando las terribles actuaciones individuales de Russ.
No estuvo mal el primer día ante los Warriors (19 puntos, con 7/12 en tiros de campo, y 11 rebotes), pero en el derby angelino firmó el peor registro de un jugador de los Lakers en 57 años: 0 de 11 en tiros de campo y 0 de 6 en triples.
Antes que él… hubo otros:
Dick Schnittker: 0 de 13 (1957).
Darrall Imhoff: 0 de 12 (1965).
Slater Martin: 0 de 11 (1956).
Russell Westbrook: 0 de 11 (2022).
El equipo no va mucho mejor que Westbrook. Tras la derrota con los Blazers (el final del partido tiene miga…) suman un 0-3 de arranque, que sumado al 0-6 de pretemporada firma las nueve derrotas consecutivas.
Mucho tiene que cambiar el rumbo de los Lakers para que no acaben peleando por hacerse con la próxima gran estrella del baloncesto mundial: Victorio Wembanyama.
🏁 Legado de un revolucionario
Esta sábado hemos conocido el fallecimiento del que fuera jefe de Red Bull, Dietrich Mateschitz. El revolucionario que convirtió a la marca austriaca en un fenómeno mundial nos dejaba a los 78 años después de una larga enfermedad.
“Siempre fue entusiasta (…) es la razón por la que estamos aquí; ha demostrado que nada es imposible. Era un hombre muy inspirador, le debemos muchísimo”, Chris Horner, jefe de Red Bull Racing.
¿Qué legado deja Mateschitz?
El salto que paralizó el planeta: Felix Baumgartner desde la estratosfera en octubre de 2012 (38.969 metros a una velocidad máxima de 1357km/h).
Cambió la Fórmula Uno: llegó en 2004 con equipo propio tras comprar Jaguar y en solo seis años conquistó su primer mundial gracias a Sebastian Vettel.
Promoción de talentos: la creación del Red Bull Junior Team en 2001 marcó un antes y un después en la promoción de jóvenes en el mundo de los deportes de motor. Un total de 15 pilotos han logrado dar el salto a la F1 en estos 21 años (Carlos Sainz, Jaime Alguersuari y Sebastian Vettel).
También fútbol: fundó el RB Leipzig y compró el SV Austria Salzburg y el MetroStars, rebautizándolos como Red Bull Salzburg y New York Red Bulls.
¡Gracias por leer y compartir!
Nos vemos la semana próxima, pero si quieres que hablemos antes podemos hacerlo en @SergioFNunez o en sergiofnunezs@gmail.com.
Éxito.
Sergio F. Núñez
Cuando se vacía el teatro