¡Buenos días, buenas tardes, o buenas noches!
¿Cómo estás, Canguro?
🤟🏻 Aquí Sergio F. Núñez: sácalo.
Me cuesta mucho llorar. Muchísimo. Tiene que sucederme algo excesivamente complicado para que se me salten las lágrimas.
No tengo el recuerdo de que nunca nadie haya intentando que reprimiera mis sentimientos, más bien al contrario, pero no salen cuando tienen que salir. Me enfado, grito, me entristezco, la ansiedad me consume en ocasiones, pero a las lagrimas les cuesta hacer acto de presencia.
A veces siento incluso que las fuerzo. Que me digo: “en este momento tocaría llorar”, y aprieto fuerte los ojos y pienso en cosas aún más tristes para responder de la manera que considero debería hacerlo.
Si en esos momentos tuviera una cebolla a mano me la pegaría a los ojos con la única intención de remar a favor de obra.
Pero casi nunca hay manera. Y me culpo.
Quiero que el MVP llore. Considero que debe expresar sus sentimientos y sus emociones de la manera que en cada ocasión le broten.
Toca desterrar el “¿Por qué lloras?”.
Las emociones son las que son y nos salen cuando nos salen, y el controlarlase o decirle a otro que las controle, genera dolor y egoísta. Deberíamos dejarnos llevar en más ocasiones por la irracionalidad de los sentimientos.
Ver a Cristiano Ronaldo huir por el túnel llorando tras la eliminación de Portugal de la Copa del Mundo no ha hecho si no confirmar mi teoría. Cierra un ciclo, una etapa inmensa en su vida, la más importante hasta el momento y para la que ha entregado su cuerpo y su alma durante 35 años.
Haber sido el mejor y tener que irte reducido a la intrascendencia debe ser terrible.
Tocó la gloria y fue, sin discusión, el mejor en lo suyo, y ahora ya sabe que está jubilado para la élite del fútbol.
Le quedan infinidad de cosas por vivir, por sufrir y por disfrutar, pero aquello que le convirtió en leyenda nunca volverá. Hasta a mi se me saltarían las lágrimas.
¡Gracias por leer y compartir!
Cómpartelo y difunde la palabra. Nos vemos la semana próxima, pero si quieres que hablemos antes podemos hacerlo en @SergioFNunez o en sergiofnunezs@gmail.com.
Éxito.
Sergio F. Núñez
El poder de la cebolla