Proyecto Canguro
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Saber ganar
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Saber ganar

Sobre la difícil gestión de las victorias y las retiradas.

¡Buenos días, buenas tardes, o buenas noches!

¿Cómo estás, Canguro?

🤟 Aquí Sergio F. Núñez: contigo empezó todo.

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Aprendí a gestionar las victorias desde muy pequeño. Las derrotas me costaron algo más. Rabiaba cuando me salía esa carta infernal que suponía perder la partida contra papá.

En el equipo del colegio solíamos ganar de manera recurrente. Eso ayudó.

En mi primer año vistiendo la camiseta de la Vega, qué equipación más bonita llevábamos entonces, ganamos la liga con tal suficiencia que el MARCA vino a hacernos un reportaje al patio del cole.

Fue mi primer acercamiento con el periodismo deportivo. Qué cosas.

Desde entonces interioricé que era más importante dar la mano al rival cuando le ganabas, y mostrarle respeto, que cuando perdías.

De corazón.

El año jugando al rugby no hizo si no confirmar aquello. Eso sí que es respeto. Por el rival, por el árbitro, por el público. Respeto con mayúsculas por la vida y por el deporte.

Cada vez cuesta más verlo.

Gestos de grandeza deportiva los recuerdo en las finales de Champions cuando el vencedor levanta del suelo al vencido y le da la palmadita para seguir hacia delante.

No sé si seré capaz de inculcarle esta enseñanza al MVP. Disfruta cuando me gana. Se lo noto. El muy canalla no hace más que mirarme cada vez que su madre le abraza o él le da un beso a ella. Sabe dónde hace daño.

Le tengo dicho que sé que él ha ganado, que no hay discusión. Que la victoria es por goleada y que no tengo nada que hacer. Y lo entiendo. Que solo puedo aplaudir al rival. Pero no hay manera de que levante el pie del acelerador y deje de mirarme con cada gesto de cariño de mamá.

Mamá también disfruta. En el canallismo ha salido a ella.

Cada cual tiene su forma de saber ganar. No existe una única manera de hacer las cosas. De eso estoy aprendiendo mucho últimamente.

Hay quienes se burlan y juegan con el rival cuando ganan, como Gerard Piqué. Una condición solo permisible en el juego del respeto si encajas como él lo ha hecho casi siempre que le tocaba perder.

Los rivales a los que te enfrentas hacen más grandes las victorias. Y Piqué ha sido uno de esos. Rival enorme e intenso, de los que te llevarías a una guerra armados con cucharas.

Quizás lo dé la confianza.

A ese juego burlón también se lanza últimamente la grada del Bernabéu. Primero fueron los cánticos del quédate con Xavi Hernández como protagonista, y la semana pasada, en el repaso de Champions al Celtic, el papel principal se lo llevó el Cholo.

Ahondar en la herida del rival, en según qué ocasiones, y según de qué manera, es poco elegante. Aunque forme parte del espectáculo y, al menos a mí, me saque media sonrisa. Como me pasa con el MVP. Aunque solo sea por egoísmo. Y es que, en ocasiones, la vida le da al perdedor pequeñas victorias que le suben la moral. Si no, cuando le veas, pregúntale al MVP a quién quiere más, si a mamá o a papá. Esa victoria sí que la disfruto.


¡Gracias por leer y compartir!

Nos vemos en la próxima edición del boletín, pero si quieres que hablemos antes podemos hacerlo en @SergioFNunez o en sergiofnunezs@gmail.com.

Éxito.

Sergio F. Núñez

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Una columna hecha podcast sobre historias de la vida y del deporte contadas a través de los ojos del MVP. Por Sergio F. Núñez.
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